miércoles, 25 de mayo de 2011

Cardenal de Lima pretende censurar a Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa no es santo de mi devoción. Sus fantasías económicas y su apoyo a Álvaro Uribe Vélez hacen del gran escritor que es, un vulgar comentarista de la coyuntura. Sin embargo, hoy vengo a defender su libertad de expresión.

Vargas Llosa se había despachado contra el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, por no respetar los derechos humanos. Cipriani, con la actitud que caracteriza a los miembros de esa corrupta y dañina institución que es la Iglesia Católica, respondió:

Si «no crees en nada, no tienes vela en este entierro» responde al escritor después de que lo acusara de «representar la peor tradición de la Iglesia».

¿Eso quiere decir que la única forma de que uno se pueda erigir en defensor de los derechos humanos es aceptando un dictador celestial o cualquier otra forma de imbecilidad que amputa emocionalmente a las personas? Pues vaya, que este tipo sí que representa la peor tradición de la Iglesia, con una disposición más allá de la normal para privar a su contradictor el derecho a expresar su opinión libremente.

"Yo, en nombre de la verdad, sí reclamo un mayor respeto por la Iglesia, que es el cuerpo místico de Cristo", afirmó el purpurado.

El respeto se gana. Y, violar la mayor cantidad de niños menores de 18 años en la menor cantidad de tiempo posible no convierte a nadie en un dios como para que la Iglesia esté en disposición de exigir respeto.

Asimismo, advirtió las contradicciones de aquellas personas que hablan de defender los derechos humanos pero no respetan el derecho a la vida desde la concepción, como es el caso de Vargas Llosa que en varias ocasiones se ha mostrado a favor del aborto.

¡Lo que es ser hipócrita! La mayor causa de muertes en el mundo -aún en pleno siglo XXI- es dios y ellos, sus representantes, ¿se consideran respetuosos de la vida? ¿Es que han olvidado las Cruzadas, la Inquisición? ¿Acaso no recuerdan la protección clerical de la que gozaron los nazis y todos sus partidarios? ¿Su selectiva memoria prefirió olvidar el apoyo que brindó la Iglesia a las dictaduras de Pinochet y de Videla?

Eso por no mencionar su supina ignorancia. Ya nos informan la biología y la genética: no hay una persona en el momento de la concepción. Pero los enemigos de la libertad y de los derechos reproductivos prefieren ocultar ese incómodo hecho a la hora de presentar sus tartufas mentiras sobre el "derecho a la vida". Todo con tal de no permitir que las mujeres tengan control sobre su cuerpo.

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