sábado, 3 de septiembre de 2016

Las pruebas contra Andrés Felipe Arias



Andrés Felipe Arias fue el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural durante buena parte del tenebroso gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Mientras Arias estuvo al frente de esa cartera, su programa estrella, Agro Ingreso Seguro, fue utilizado para malversar fondos que se suponía estaban destinados a campesinos de escasos recursos y que terminaron en los bolsillos de quienes habían aportado a las campañas presidenciales del señor Uribe.

En 2014 Arias fue condenado a 17 años de prisión, pero el muy cobarde se había fugado a EEUU. El uribismo ha argumentado que esto es una persecución del presidente Juan Manuel Santos, lo cual es absurdo por donde se mire —empezando por el hecho de que en Colombia hay separación de poderes; concepto que es demasiado civilizado para la mente uribista promedio—, y llega al nivel de teoría conspiranóica dado que en 2011, Arias fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría, que en ese momento ya estaba bajo la nefasta dirección de Alejandro Ordóñez — vaya, ¿qué tan inepto tiene que ser Arias para que ni siquiera el más corrupto de sus aliados pudiera salvarlo?

Arias fue arrestado hace una semana en EEUU y está pendiente de que le otorguen asilo o ser extraditado a Colombia. Ante esta perspectiva, el uribismo ha reactivado la campaña de desinformación, insistiendo —así, sin pruebas, ni nada— que esta es una persecución del presidente Santos. Vea usted, ¡¡la mermelada llega hasta los jueces federales de EEUU!!

En su más reciente columna, Cecilia Orozco Tascón desmonta esa mentira:

Unos pocos hechos que sustentan su condena de 17 años: “El Ministerio de Agricultura canceló al Instituto Interamericano de Cooperación (IICA) $17 mil millones… los cuales ya (le) habían sido pagados”. “Suscribió los convenios desconociendo las normas de la contratación estatal… a favor de beneficiarios que recurrieron a presentar como proyectos separados, los (de) predios producto del fraccionamiento artificioso de sus fincas”. “Personas naturales y jurídicas accedieron dos o más veces a los beneficios del programa de riego”. “Proyectos calificados como inviables por carecer de requisitos, lograron la entrega de los beneficios mediante una nueva valoración favorable efectuada por un grupo de expertos no previsto en el proceso de selección”. “No se previeron ni establecieron controles para evitar la entrega irregular de recursos del Estado que ascendió a $26 mil millones”. Contrario a lo que sostienen el senador [Uribe] y [Plinio Apuleyo] Mendoza, Arias incurrió directamente en todas las conductas anteriores. Así lo prueba el fallo. Un episodio real para terminar: cuando la modelo Valerie Domínguez expidió un comunicado en que rechazaba los dineros que a ella le concedió Agro Ingreso Seguro como parte del grupo Dávila (ricos señores costeños), fue citada por el propio Arias a una reunión a la que ella asistió a través de su representante. También fue a la reunión el novio de la modelo, Juan Manuel Dávila y el reemplazo de Arias en el Ministerio, su amigo Andrés Fernández. Mientras Arias dialogaba, con íntima confianza, con su beneficiario Dávila, expresó su disgusto por el comunicado, según dijo, porque significaba admisión de culpa. Y pidió que Valerie grabara una promoción con las bondades de AIS. Siempre la estrategia mediática antes que la verdad.

Y hay un último giro de tuerca: Arias fue condenado por la magistrada María del Rosario González Muñoz; González también fue la magistrada ponente del caso por calumnia contra la senadora uribista Paloma Valencia — si González Muñoz está confabulada con el presidente Santos, ¿por qué archivó el caso de Paloma Valencia? ¡Así no se hace una persecución política!

Mientras tanto, seguiremos esperando que el criminal Andrés Felipe Arias sea extraditado y pague su condena. Digo, por aquello de que estamos en contra de la impunidad.

(imagen: Juan José Horta Soto)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio

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